Dicen que Scioli es amoroso, simpático y falto de carácter
Noveles aliadas, las candidatas a gobernadora bonaerense y a presidenta por la Coalición Cívica estrenaron campaña común, ayer, en Mar del Plata. De las viejas rencillas parlamentarias a este “reencuentro natural”, hablaron con PERFIL del fin del machismo y de sus diferencias con el estilo K. El martes, Carrió presentaría a su candidato a vice. Juan Rezzano.
La ex radical Elisa Carrió y la radical disidente Margarita Stolbizer presentaron ayer en Mar del Plata el acuerdo que enlaza sus candidaturas a presidenta y a gobernadora de Buenos Aires. En diáologo con PERFIL, coincidieron en el diagnóstico sobre Daniel Scioli, el adversario a vencer; negaron tener algo del estilo de conducción del matrimonio presidencial y negaron también que las encuestas estén mostrando la foto final. Después tomaron caminos diferentes. Lilita apuró la charla para irse “a tomar sol” a la casa de una amiga, donde descansará todo el fin de semana. Margarita manejó hasta Chivilcoy para presentar allí su candidatura. Sobre la coquetería de la fundadora del ARI, la bonaerense dijo ser “totalmente diferente”, aunque celebró que “ella haga lo que le permita estar bien”.
—En el gobierno de la Alianza se enfrentaron en Diputados y usted, Carrió, debió dejar el bloque radical. ¿Cómo está esa herida?
CARRIO: No hay herida. Fue un momento difícil porque enfrenté sola los superpoderes. Pero ahora estoy feliz por el reencuentro con radicales con quienes comparto valores esenciales.
STOLBIZER: Lilita se fue por diferencias con el bloque y con el gobierno de De la Rúa, pero no tuve responsabilidad personal en eso. Nunca tuvimos reproches morales ni políticos entre nosotras. El reencuentro fue natural.
—Es un reencuentro de personas. ¿Ya no hay posibilidad de darle cohesión a la UCR?
C: Es una coalición cívica de conductas, no de aparatos.
S: Yo sigo sosteniendo las ideas del radicalismo y represento a la mayoría de los radicales, que vota a Carrió. Aunque hay que construir una alternativa política más amplia.
—¿Y qué amplitud se banca? ¿Hasta López Murphy?
S: Más amplia pero no hacia sectores conservadores; hacia los socialdemócratas. No me satisfacen los amontonamientos de gente.
—¿Eso impone un límite al acuerdo?
S: Carrió pone como prioridad la distribución equitativa de los recursos, que es el eje del pensamiento socialdemócrata.
—Mujeres encabezando las dos fórmulas clave. ¿Confían en el fin del machismo?
C: Sí, claro. Lo probó (la gobernadora electa) Fabiana Ríos en Tierra del Fuego.
S: Las que han superado el machismo son las mujeres, que han asumido responsabilidades centrales. Nosotras somos consecuencia de eso.
—Se critica el personalismo y el autoritarismo del matrimonio K. ¿No comparten ustedes esos rasgos en el estilo de conducción?
C: Una cosa es carácter al servicio de la República y otra, del autoritarismo y la hegemonía.
—¿Por qué la dirigencia que las acompaña debería aceptar esa diferencia de interpretación?
C: Porque estamos dispuestas a ganar y a perder. Nos critican los hombres sin esposas con carácter.
S: Nos caracteriza el ánimo rebelde para romper con estructuras que están mal. Lo del matrimonio presidencial es autoritarismo basado en el manejo discrecional del dinero; una práctica expulsiva de los que no piensan igual.
—¿Carrió no ejerce esa práctica expulsiva?
S: Ella toma decisiones y las defiende con convicción.
—Scioli arrasa...
C: Esto recién comienza. Scioli es amoroso, es mi amigo. Pero no puede combatir la droga ni la corrupción por falta de carácter.
S: Tengo fundadas razones para no creer en las encuestas. Scioli es simpático y agradable, pero no satisface al electorado que no quiere apoyar la continuidad.
Noveles aliadas, las candidatas a gobernadora bonaerense y a presidenta por la Coalición Cívica estrenaron campaña común, ayer, en Mar del Plata. De las viejas rencillas parlamentarias a este “reencuentro natural”, hablaron con PERFIL del fin del machismo y de sus diferencias con el estilo K. El martes, Carrió presentaría a su candidato a vice. Juan Rezzano.
La ex radical Elisa Carrió y la radical disidente Margarita Stolbizer presentaron ayer en Mar del Plata el acuerdo que enlaza sus candidaturas a presidenta y a gobernadora de Buenos Aires. En diáologo con PERFIL, coincidieron en el diagnóstico sobre Daniel Scioli, el adversario a vencer; negaron tener algo del estilo de conducción del matrimonio presidencial y negaron también que las encuestas estén mostrando la foto final. Después tomaron caminos diferentes. Lilita apuró la charla para irse “a tomar sol” a la casa de una amiga, donde descansará todo el fin de semana. Margarita manejó hasta Chivilcoy para presentar allí su candidatura. Sobre la coquetería de la fundadora del ARI, la bonaerense dijo ser “totalmente diferente”, aunque celebró que “ella haga lo que le permita estar bien”.
—En el gobierno de la Alianza se enfrentaron en Diputados y usted, Carrió, debió dejar el bloque radical. ¿Cómo está esa herida?
CARRIO: No hay herida. Fue un momento difícil porque enfrenté sola los superpoderes. Pero ahora estoy feliz por el reencuentro con radicales con quienes comparto valores esenciales.
STOLBIZER: Lilita se fue por diferencias con el bloque y con el gobierno de De la Rúa, pero no tuve responsabilidad personal en eso. Nunca tuvimos reproches morales ni políticos entre nosotras. El reencuentro fue natural.
—Es un reencuentro de personas. ¿Ya no hay posibilidad de darle cohesión a la UCR?
C: Es una coalición cívica de conductas, no de aparatos.
S: Yo sigo sosteniendo las ideas del radicalismo y represento a la mayoría de los radicales, que vota a Carrió. Aunque hay que construir una alternativa política más amplia.
—¿Y qué amplitud se banca? ¿Hasta López Murphy?
S: Más amplia pero no hacia sectores conservadores; hacia los socialdemócratas. No me satisfacen los amontonamientos de gente.
—¿Eso impone un límite al acuerdo?
S: Carrió pone como prioridad la distribución equitativa de los recursos, que es el eje del pensamiento socialdemócrata.
—Mujeres encabezando las dos fórmulas clave. ¿Confían en el fin del machismo?
C: Sí, claro. Lo probó (la gobernadora electa) Fabiana Ríos en Tierra del Fuego.
S: Las que han superado el machismo son las mujeres, que han asumido responsabilidades centrales. Nosotras somos consecuencia de eso.
—Se critica el personalismo y el autoritarismo del matrimonio K. ¿No comparten ustedes esos rasgos en el estilo de conducción?
C: Una cosa es carácter al servicio de la República y otra, del autoritarismo y la hegemonía.
—¿Por qué la dirigencia que las acompaña debería aceptar esa diferencia de interpretación?
C: Porque estamos dispuestas a ganar y a perder. Nos critican los hombres sin esposas con carácter.
S: Nos caracteriza el ánimo rebelde para romper con estructuras que están mal. Lo del matrimonio presidencial es autoritarismo basado en el manejo discrecional del dinero; una práctica expulsiva de los que no piensan igual.
—¿Carrió no ejerce esa práctica expulsiva?
S: Ella toma decisiones y las defiende con convicción.
—Scioli arrasa...
C: Esto recién comienza. Scioli es amoroso, es mi amigo. Pero no puede combatir la droga ni la corrupción por falta de carácter.
S: Tengo fundadas razones para no creer en las encuestas. Scioli es simpático y agradable, pero no satisface al electorado que no quiere apoyar la continuidad.
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