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"Tomé la decisión de no irme, de quedarme a todo"

27 de noviembre de 2007

Por Jaime Rosemberg - De la Redacción de LA NACION. Martes 27 de noviembre de 2007
La líder de la Coalición Cívica no descartó ser candidata presidencial en 2011.
Volvió más dispuesta a la batalla política que nunca. Elisa Carrió llegó ayer de su amada Punta del Este y salió a contestar las críticas internas y externas que la sacudieron en las últimas semanas.

"Estoy feliz porque pude ver el crecimiento cualitativo de ARI. Lo que también hice fue perdonar", dice, muy bronceada y en referencia directa a los ocho diputados de su bloque que la desafiaron -sin éxito- en el reciente congreso partidario que ratificó su liderazgo y la continuidad de esa agrupación en la Coalición Cívica.

"Los árboles tienen que ser podados para dar frutos", agrega, mística, en su departamento de Barrio Norte, antes de descender a un terreno que le gusta tanto como las diez tardes que pasó frente al mar: la pelea por consolidarse como principal referente opositora.

"Nada va a cambiar, ni en materia de corrupción ni en materia institucional", insiste, con el latiguillo que había enardecido al Gobierno horas después de anunciar el próximo gabinete, aunque destaca una "pauta alentadora" en Relaciones Exteriores y Ciencia. Sin dejar de fumar y tomar café, anuncia que mañana relanzará su movimiento de mujeres contra la violencia. "Es un mal que nos va a sacudir en los próximos seis meses", consideró.

Vuelve a defender las donaciones que recibe y sorprende con un cambio. "Entendí que me voy a quedar a todo", dice, sin descartar una candidatura presidencial en 2011.

-¿ Cómo tomó la decisión de ARI contra los diputados rebeldes?

-Uno tiende a ver el vaso lleno, y por eso estoy feliz. Me alegra ver el crecimiento cualitativo de un partido que amo, y que quienes me acompañaron, como Tata [Elsa Quiroz] y Susana [García] hayan obtenido un triunfo tan amplio. Así crecen los partidos, en la adversidad mi única preocupación en todo este tiempo fue estar retirada y poder perdonar algunas actitudes personales.

-¿Se podría haber evitado?

-No. Los árboles tienen que ser podados para dar frutos. Fueron cortados en tiempo y cantidad justa.

-¿Y de las críticas sobre que cambió el rumbo?

-Dentro de dos años todo va a quedar más claro. Somos el partido de mayor crecimiento y ya competimos con chances dos veces por la presidencia. Lo hicimos bajo nuevos paradigmas, que fueron entendidos por 4,5 millones de personas, más un millón de votos que nos robaron. Esto es imperdonable para el poder.

-¿Hay relación entre las críticas del Gobierno y las internas?

-No lo sé, pero Balcarce 50 [espera unos segundos] actúa. Hay costos para nosotros, pero son mínimos.

-Hay un discurso que dice: "A Carrió se le van dirigentes"

-Sí, y siempre crece Ahora ARI va a tener un rol central en la Coalición Cívica, lo que hasta ahora no ocurría porque algunos obstruían. Tengo que pedirle perdón a Alfonso [Prat-Gay], Santiago [Del Sel] y Patricia [Bullrich], porque fueron castigados como excusas. La cosa era contra mí.

-¿Y el cruce por sus ingresos?

-Los periodistas saben que no tengo un peso y creo que es ético que un liderazgo que renuncia a los cargos sea ayudado por los diputados. Así vivieron Illia y Alem. Además es como tener varios maridos que te mantengan, lo cual es un "touch" [se ríe mucho]. Tengo una especialidad, pero no es ético que la ejerza. Tal vez el poder quiere que deje la política para mantenerme, y no lo voy a hacer. Esto está divertido.

-¿No se retira, entonces?

-Tomé la decisión de no irme, de quedarme a todo.

-¿Esto incluye una nueva candidatura presidencial en 2011?

-A todo lo que sea necesario. Mi única tentación es la libertad, pero mi deber es construir la nueva mayoría y lo voy a hacer.

-¿Y la nueva presidenta?

-Leí dos veces el último reportaje a la presidenta electa y no pude extraer ninguna acción ni programa de gobierno. Habrá que esperar al 10 de diciembre.

-Pero habla de pacto social, de elevar la calidad institucional

-Se puede hablar mucho no diciendo nada. Está muy claro que nada va a cambiar sustancialmente, ni en materia institucional, de corrupción, ni en materia económica. Hay una punta alentadora en Relaciones Exteriores y el Ministerio de Innovación Tecnológica.

-¿Qué la preocupa?

-Es grave que seguridad, justicia y derechos humanos estén en la persona del nuevo ministro [Aníbal Fernández], es un jaque mate a lo poco de justicia independiente que quedaba. Es un mal que nos va a sacudir en los próximos seis meses. Por eso lanzamos el movimiento de mujeres por la no violencia.

-¿Qué cambios concretos puede hacer desde allí?

-Hay violencia sindical, en las calles, de la palabra con la mentira de la inflación, institucional. Es un movimiento de amplios sectores para luchar sin reprimir contra la violencia. Es la cura de la Argentina.