Con Carrió

Solicitada Diario Perfil. Domingo 10 de Junio de 2007.

Somos muchas y muchos los ciudadanos y ciudadanas, militantes y dirigentes que, desde el 2001, tenemos la convicción de estar transitando, junto a Elisa Carrió, el camino hacia esa Argentina en la que podamos hacer realidad la construcción de una República de Iguales.

Desde el nacimiento del ARI estamos contra la corrupción y las políticas para unos pocos, que se traducen directamente en la marginalidad, el hambre, el desempleo, la represión y la exclusión de muchos.

Es nuestra la lucha por un país donde la pobreza no sea naturalizada. Por una república de sólidas instituciones, donde los poderes del Estado no sean apropiados por los gobernantes de turno. Donde el clientelismo político sea definitivamente erradicado, para así liberarnos como sociedad de cínicos que mantienen en el sometimiento a millones de argentinos, mientras enmascaran su accionar con discursos de legitimación por izquierda o por derecha.

Ese país que soñamos es un país posible, lleno de futuro, de alegría, de oportunidades, de igualdad y libertad. Es una Argentina distinta, mejor. Es real. Requiere sostener las banderas de nuestros principios irrenunciables, quitándonos los prejuicios que sólo sirven para dividir. Debemos cada uno de los argentinos -los que hacemos política partidaria, los que no, los profesionales, los estudiantes, los intelectuales, los trabajadores, los jóvenes, los mayores-, pensar y actuar con compromiso social y responsabilidad cívica. No es tanto el esfuerzo si es compartido, si decidimos ser protagonistas de este desafío que es de todos y para todos.

Hace años que Carrió viene diciendo y haciendo. Su liderazgo excede cualquier coyuntura particular por cuanto ha dado desinteresado testimonio de vida, poniendo su capacidad, su coherencia, sus convicciones y su prestigio al servicio de la construcción de una alternativa política que no incluya sólo a los partidos políticos, sino también a todo aquel que luche por la ética, la república y la distribución del ingreso. Sobre estos pilares nace la Coalición Cívica.

La resistencia a aceptar el financiamiento de empresas para campañas políticas es una muestra más de su inclaudicable independencia frente a los factores del poder económico. Sus propuestas parlamentarias demuestran su coherencia a través de los años: "Ingreso Ciudadano para la Niñez y la Vejez", "Nulidad de los Indultos", "La Tierra para los Argentinos", "Prevención de la Violencia Laboral y contra la Mujer", "La Educación como Política Central del Porvenir", y "Derogación de la Ley Cafiero", son sólo algunas de las políticas promovidas por Lilita que, por la negativa sistemática de los gobernantes de turno, nunca fueron adoptadas, y hubiesen aportado para que hoy habitemos un país más justo y con mejor calidad de vida para todos.

Su oposición al menemismo; a los "superpoderes" de Cavallo, De La Rúa y Kirchner; el anuncio de la matriz del saqueo financiero y de los recursos naturales (que hoy se ha agudizado); así como su recordada labor en la presidencia de la Comisión sobre Lavado de Dinero (cuyo informe se encuentra en manos de la Justicia), son demostraciones cívicas de compromiso, osadía política y voluntad de hacer pública la verdad, cueste lo que cueste.
Cuando la corrupción sigue siendo la regla, las instituciones han sido degradadas y la distribución del ingreso es cada vez más desigual, la causa de nuestra existencia es la misma que nos hizo nacer.

Sabemos como llevar adelante el proyecto que sostenemos porque tenemos las propuestas y la convicción para concretarlas. Necesitamos el compromiso de todos porque nuestro país necesita de ese esfuerzo, y a eso los convocamos.

Por eso, hoy como siempre, las y los Jóvenes por la Igualdad estamos CON CARRIÓ.